El infinito, ¿qué es el infinito? Según se dice por ahí es el número inalcanzable al que nadie puede llegar, una cantidad sin límite o sin final…
Nosotras, desde pequeñitas, soñamos ser princesas que buscan a un príncipe azul, mientras ellos buscan una Cenicienta que encaje en su zapato, ¿pero qué pasa cuando crecemos? Que aprendemos a decir te quiero, pero no somos capaz de escuchar un yo a ti no, y entregamos el corazón mil veces y nos lo rompen otras mil; nunca podemos decir me rindo, pero es lo primero que hacemos; y es ahí cuando nos damos cuenta de que nos hemos convertido en auténticos yonquis, con la misma dependencia que los drogadictos necesitan cada día su droga. Y sí, puede parecer que ahora mismo estamos de pie, pero nuestras rodillas seguirán temblando cada vez que sepamos que esa persona a la que llevamos esperando tanto tiempo va a aparecer por la esquina, porque vivimos de impulsos recién salidos del corazón. Somos lo más parecido a un drogadicto que nunca dejaría su droga, por nada del mundo, porque todos necesitamos algo, todos necesitamos amar, encontrar algo o alguien que sea todo lo que necesitamos; una energía, un motor, una vitamina; esa persona por la que darías tu vida sin pensártelo ni siquiera una vez; un amor que no es mas que una droga...
Entonces, ¿hasta qué punto son capaces de amar las personas? Yo creo que eso es a lo que realmente llamamos infinito.