Hace tiempo alguien me dijo, que solo sabrás quien son los amigos de verdad hasta que pasen los años. Sé, perfectamente, que no nos conocemos desde que eramos bebes y que tampoco hemos crecido juntos, pero, ¿nos hizo falta realmente?, yo lo dudo, porque todo este poco tiempo que hemos estado juntos, desde que nos conocimos, y comparado con todo lo que nos queda por vivir juntos también, me has demostrado que los amigos de verdad no son los de toda la vida, sino los que conoces y te cambian la vida. Esos amigos que pase lo que pase, siempre estuvieron, están y estarás ahí, alegrándote los días desde el primero al último. Amigos que te demuestra que, no hace falta estar rodeada de multitud de gente, que solo con su compañía basta, que confían en ti, y que te apoyan; esos que solo buscan lo mejor para ti, aunque tu te empeñes en ver lo contrario.
Sé también que hemos tenido nuestros malos momentos y nuestras malas rachas, en gran parte asumo la culpa, ya sabes que soy muy cabezota; y hoy te pido perdón por todo lo malo que hayamos pasado, por los malos momentos, por los cabreos más estúpidos y por no querer ver que tu solo buscas lo mejor para mi. Y es que no tengo mucho más que decirte, los mejores amigos lo saben todo solo con mirarse.
Hoy, a día 26 de octubre de 2013 te prometo que esto será para siempre, que pasará más gente, que pasarán los años y pasará la vida, pero los momentos que vivimos se quedan aquí, conmigo, contigo, con nosotros. Yo no tengo mayor regalo que ofrecerte que otros años como estos que hemos pasado, o incluso mejores.
Ya lo sabes, por ser tú te quiero
Dicen que cuando ves pasar una estrella fugaz con alguien será porque es importante, también dicen que debes pedir un deseo, ¿te acuerdas de aquel día?, pues yo solo quiero que tus mejores días de estos 16 años sean los peores de los 17; espero que se cumpla. Felices 16 Mejor Amigo
Mítico, llega la hora de las despedida y todo son lagrimas. Estaciones llena de gente, maletas, padres desconsolados, y gente que lucha por tener un futuro mejor, su futuro. Siempre me he preguntado porque mi madre nunca ha venido a despedirme a la estación, como todas las demás lo hacen y, un día sin más, se lo pregunte. Su respuesta, clara y sencilla, me rompió por dentro: "No voy porque no puedo, porque no sabes lo que me duele ver el tren marchar y saber que tú te vas con él, y que yo me tengo que quedar aquí, sin ti..."
Te quiero mucho mamá; nos vemos pronto.
