jueves, 8 de diciembre de 2011

Lo que intento decirte es que entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad y lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías. Y da igual cuántas veces te cambies de peinado, o a cuántos gimnasios te apuntes, o cuántas latas de Cocacola te bebas, porque sigues acostándote todas las noches repasando todos los detalles y miradas que te dio. Y cómo coño en ese breve instante puedes pensar que eres tan feliz. Y después de todo eso sólo le veo una pega a todas las tias extraterrestres, por llamarlas así, que han pasado por su vida, que no tienen espacio suficiente para recorrer con su nave, ni meses, ni años, ni lustros, ni décadas, ni siglos.. incluso milenios para quererte un pedazito de todo lo que te quiero yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario